Imágenes de Egipto




                MAPA DE  EGIPTO
                Egipto está situado al nor-este de África. Desde un punto de vista climático este lugar sería una continuación del desierto del Sáhara si no fuera porque lo cruza de sur a norte el río Nilo, el segundo río más grande del mundo. Este río tenía la peculiaridad de que todos los años se desbordaba en verano volviendo fértil la seca arena del desierto. Durante cuatro meses Egipto permanecía inundado pero cuando las aguas se retiraban la tierra se encontraba húmeda y sobre ella se había quedado depositado una especie de abono natural, llamado limo, que estaba disuelto en las aguas del Nilo.    
                Egipto está dividido en dos regiones. La primera es el Alto Egipto, situado al sur, con un clima más desértico y un carácter más guerrero. La segunda es el Bajo Egipto, situado al norte con un clima algo más suave y un carácter más pacífico y abierto.
                A lo largo de sus tres mil años de historia Egipto tuvo tres capitales: Menfis, situada en el Bajo Egipto; Tebas, situada en el Alto Egipto; y Alejandría, situada en el Delta Del Nilo. El Delta es la zona situada más al norte del Bajo Egipto. Se llama así porque el Nilo no desemboca directamente en el Mediterráneo, sino que antes de llegar a él se bifurca en varios ramales formado una especie de abanico que fertiliza con sus aguas una extensa superficie de tierra.

                A diferencia de lo que ocurrió en Mesopotamia en Egipto casi desde el principio de su historia desaparecieron las ciudades-estado. Esto ocurrió así  porque el rey de una de ellas las conquistó  todas convirtiéndose en el primer faraón de todo Egipto.


CRONOLOGÍA DEL EGIPTO FARAÓNICO



Época Tinita (3200-3000 a. C.)
•Narmer es el primer faraón y unifica Egipto. La capital es Tinis.

IMPERIO ANTIGUO (3000-2100 a. C.)
Se consolida la monarquía centralizada. El país se divide en provincias. Los faraones Kheops, Khefrén y Mikerinos  construyen las pirámides de Gizé. La Capital es Menfis.

IMPERIO MEDIO (2040-1640 a. C.)
Vuelve a unificarse el país con faraones muy poderosos. Época dorada de la literatura egipcia. La capital sigue siendo Menfis.
 IMPERIO NUEVO (1550-1070 a. C.)
Se vuelve a retomar la unidad del país. Es la época de los grandes templos. Es la época de Tutankhamon y Ramsés II. La capital es Tebas.

Época Baja (1070-332 a. C.)
Egipto sufre las invasiones de asirios y persas.

Época Ptolemaica(323-30 a. C.)
Alejandro Magno conquista Egipto, que pasa a ser una provincia de su imperio y funda
Alejandría. A su muerte (323 a. C.), uno de sus generales Ptolomeo, se proclama faraón. En el año 30 a. C. muere Cleopatra y Egipto pasa a ser provincia romana.
                          

                     FASES DE LA CRECIDA DEL NILO
                     Lo primero que tuvieron que hacer los egipcios para sacar partido al Nilo era saber prever cuando iba a crecer. Para ello, ya desde los primeros tiempos elaboraron un calendario casi perfecto. Esto lo consiguieron observando las coincidencias de diversos momentos claves de la crecida del Nilo con determinados fenómenos astrales. Así, elaboraron un calendario de 365 días, dividido en tres estaciones de cuatro meses de treinta días cada uno, a los que se añadían cinco días más. Estas tres estaciones se llamaban: akhet (inundación), peret (siembra) y shemu (recolección).
Pero como en cada nueva inundación el Nilo cubría los campos, todos los años había que volver a trazar sus dimensiones para que no hubiera conflictos entre los propietarios de las distintas parcelas. Además, se debía saber, exactamente, dónde se debían colocar dichas parcelas para que el río no las inundase o para que no quedaran demasiado lejos del agua. Por todo ello, los egipcios desarrollaron desde pronto conocimientos de geometría y cálculo. De todas formas, como es imposible una previsión exacta porque no todos los años la crecida era exactamente igual, también construyeron desde los inicios diques (para evitar las crecidas demasiado grandes) y canales (para hacer llegar el agua a los campos cuando la crecida era demasiado escasa).
Asimismo, se aprovechó este gran caudal de agua como vía de comunicación entre las diversas poblaciones de Egipto. Por ello el barco, en sus diversas modalidades, fue el principal vehículo de locomoción en la época de los faraones.

PALETA DE NARMER. Parte trasera (izquierda); parte delantera (derecha). Época Tinita

    Es una plancha de piedra de algo más de 60 cm de largo y que servía como estuche para el maquillaje del faraón en ceremonias rituales importantes. En el centro tiene una cavidad circular para este fin.  Se han encontrado muchas paletas rituales, pero esta perteneció al primer faraón de Egipto, Narmer. Su nombre aparece escrito en jeroglíficos en la parte superior de la paleta, en medio de dos representaciones de la diosa Hator, la diosa-vaca.
    Pero lo importante de este objeto es la historia que nos cuenta. Por las dos caras aparece Narmer luchando contra sus enemigos y venciéndoles a todos. Por una cara aparece tocado con la corona Blanca del Alto Egipto (con forma alargada) y por la otra con la Roja del Bajo Egipto (con forma de trono). Por eso, se cree que fue el primer rey egipcio que dominó todo Egipto, el norte y el sur, convirtiéndose en el primer faraón. Además su nombre es el primero en la lista real de Abydos.


MASTABA Era el tipo de tumba donde se enterraron los faraones de Egipto desde la Época Tinita y los nobles desde el Imperio Antiguo



 Mastaba (reconstrucción). Imperio Antiguo

















Pirámide Escalonada del faraón Zoser. Fue la primera pirámide de Egipto. Imperio Antiguo


Pirámide de Zoser (reconstrucción).
Pirámide Inclinada. La mandó construir el faraón Snefru. Los egipcios, tras el faraón Zoser, intentaron edificar una pirámide perfecta. Sin embargo, unas grietas que aparecieron cuando la pirámide estaba a medio construir obligaron a cambiar la inclinación de los ángulos para que el edificio no se derrumbara. Imperio Antiguo
Pirámide Roja. También la mandó edificar Snefru. Esta fue la primera pirámide perfecta de Egipto, anterior, por tanto, a las famosas pirámides de Gizé. Imperio Antiguo.

Pirámides de Gizé.
Imperio Antiguo.

Se llaman así porque están en la meseta de Gizé. También se las conoce como las pirámides de Keops, Kefrén y Mikerinos ya 
que allí se enterraron estos faraones que eran padre, hijo y nieto, respectivamente. En Egipto había muchas más pirámides pero
 estas son las más famosas por ser  las más grandes y las que mejor se han conservado. La mayor y más antigua es la de Keops
 que mide aproximadamente 145 metros de altura, luego vendría la de Kefrén con 142 metros y por último la de Mikerinos que 
sólo mide 65 metros. Cada pirámide tiene a su lado varias pirámides pequeñas que fueron destinadas a la madre o a las esposas 
principales de los faraones.
Las pirámides eran tumbas individuales donde los faraones se enterraban momificados y ordenaban colocar también sus tesoros,
 pero hoy en día están vacías habiendo sido saqueadas en época antigua. Las propias pirámides han sido también saqueadas ya 
que en época musulmana se les quitó el revestimiento de piedra que daba a sus caras una apariencia lisa. Esta ingente cantidad 
de material se empleó en la construcción de murallas, mezquitas, palacios.....
Las pirámides tienen sus caras orientadas a los cuatro puntos cardinales por una cuestión simbólica. Los egipcios pensaban que 
al alma del faraón le sucedía lo mismo que al sol. Todos los días sale (nace) por el este, se pone (muere) por el oeste y al día 
siguiente vuelve a salir (resucita).
Hoy en día da la sensación de que las pirámides son edificios solitarios en mitad del desierto, pero en la antigüedad no era así. 
Las pirámides estaban rodeadas por muchos edificios que formaban una auténtica ciudad de pirámides: calzadas, templos, 
murallas, embarcaderos, etc. Pero durante la Edad Media fueron desmontados para utilizarlos como material de construcción. 
El único edificio que ha sobrevivido es la Gran Esfinge que es una enorme escultura que representa a un león con cabeza 
humana de 20 metros de altura y 60 de largo. Se supone que su función es la de proteger el alma de los faraones que estaban 
en Gizé.



Vista  aérea reconstruida de la meseta de Gizé


Esfinge de Gizé. Situada frente a la pirámide de Khefrén. Imperio Antiguo.
Recreación del sistema de construcción de una pirámide. Primera fase: gran rampa inclinada; segunda fase: pequeñas rampas alrededor de la pirámide.

Esquema del interior de la pirámide de Kheops. En la llamada cámara de la reina no estuvo enterrada la esposa del faraón. El nombre es, simplemente, una denominación errónea de los primeros exploradores que por tradición se ha mantenido.





Maqueta egipcia 
    En el Imperio Medio los faraones dejan, poco a poco, de enterrarse en pirámides. Y los que siguen haciéndolo las construyen 
más pequeñas y de peor calidad. La capital sigue siendo Menfis.
    Los egipcios creían en la vida después de la muerte. Es decir, que al morir ibas al Más Allá. Pero en esa segunda vida ibas a 
seguir necesitando las mismas cosas que en la primera. Por esa razón los nobles y los faraones colocaban en sus tumbas joyas, 
muebles, comida, etc. Y las cosas que no les cabían las pitaban en las paredes o construían pequeñas maquetas que las 
representaban.
 
    En estas pinturas y maquetas  aparecían escenas y personas de la vida cotidiana: campesinos, sirvientes, uno mismo... 
De modo que si los poderosos de Egipto querían seguir disfrutando de sus riquezas en el Más Allá representaban en sus tumbas 
sus campos y su ganado; si querían continuar dando paseos acuáticos por el Nilo pintaban un barco navegando por sus aguas en el
que aparecía toda su familia; y si querían que sus soldados les protegiera representaban un pelotón de soldados dispuestos al 
combate..
    Por otra parte, en el Imperio Medio se produce la edad de oro de la literatura egipcia. Fue entonces cuando se escribieron los 
cuentos más famosos (que leían tanto adultos como niños) tales como  El cuento el marino náufrago, El cuento del príncipe 
predestinadoEl Cuento de Sinuhé, etc. Quizás el más famoso de todos fuese el de Sinuhé. En este relato se narran las aventuras 
del médico de un faraón y de como, tras disfrutar de su amistad y gozar de todos los privilegios, es acusado de intentar matarlo y
 decide huir de Egipto. En esta huida visita otros países que a los egipcios les resultaban muy exóticos: Mesopotamia, el país 
de los Hititas, Siria, Creta...

Maqueta que representa a un escuadrón de soldados nubios (sudaneses).
Capilla Blanca de Sesostris III. Los templos del Imperio Medio son más pequeños que las enormes construcciones del Antiguo, pero también es cierto que ganaron en elegancia y riqueza artística.



Templo de Luxor, Tebas. Imperio Nuevo. En esta época los templos empiezan a ser de dimensiones colosales.





Templo de Luxor









Vista aérea del templo de Karnak, Tebas. Imperio Nuevo



Recreación de la ciudad de Tebas en época de la inundación. Al fondo se ve el Templo de Karnak, en el plano inferior el de Luxor. La avenida de las esfinges que unía a ambos templos medía dos kilómetros y medio.


Recreación ideal de un templo del Imperio Nuevo. Los templos egipcios estaban pintados de vivos colores que el paso del tiempo ha borrado en la mayoría de los casos.




Templo funerario de Ramsés III en Medinet-Habu. Imperio Nuevo. Es el mejor conservado de este periodo de la historia de Egipto

Reconstrucción del templo de Karnak


AkhenatonImperio Nuevo. Fue un faraón revolucionario. Cambió la religión, el arte la concepción de lo que debían ser las relaciones entre un faraón y su pueblo.

Nefertiti. Esposa principal de Akhenaton


Akhenaton, Nefertiti y sus hijas ante la presencia de Atón, el único dios al que Akhenatón consideró digno
 de rendir un culto público.



La llamada "Estela de los enamorados." Esta escena de líneas tan suaves, tan delicada e íntima es muy
 propia de época de Akhenatón. Imperio Nuevo


Máscara funeraria de Tutankhamon. Probablemente fue hijo o nieto de Akhenatón. Imperio Nuevo-




Máscara funeraria de Tutankhamon (parte trasera).




Sarcófago exterior de Tutankhamon





Sarcófagos interiores de Tutankhamon.


Recreación del rostro de Tutankhamon



Momia de Tutankhamon




Recreación de la Tumba de TutanKhamon





 Howard Carter y su patrocinador Lord Caranarvon (izquierda)
 en el día de la apertura oficial de la tumba de
Tutankhamon, noviembre de 1922




Howard Carter trabajando en el último sarcófago previo a la momia de Tutankhamon (IMERIO NUEVO)

       TUTANKHAMON Y HOWARD CARTER
    En la actualidad Tutankhamon es un faraón muy famoso. Sin embargo su fama no se debe
 a que hiciera cosas importantes. Entre otras cosas porque cuando empezó a reinar tenía unos
 nueve años y cuando murió algo más de dieciocho, por lo que los que en realidad gobernaron
 Egipto entonces fueron personas mayores que quizás fueran  de su propia familia.
Si hoy en día es famoso es debido a una casualidad, ya que su tumba ha sido la única de
un faraón egipcio que no llegó a ser saqueada  llegando intacta hasta nuestros días.  
Dicha tumba era, comparada con otras, más bien pequeña y fue construida entre la de otros
faraones más importantes por lo que su entrada quedó taponada por escombros que la 
ocultaron.
  El arqueólogo que la descubrió, en 1922, se llamaba Howard Carter. Y durante la excavación 
tuvo el apoyo económico de un patrocinador, el también inglés Lord Carnarvon.
En el Imperio Nuevo los faraones ya no se enterraban en pirámides, sino en unas tumbas 
excavadas en la roca llamadas hipogeos. Todos, además, eligieron el mismo lugar para hacerlo,
el Valle de los Reyes, cerca de Tebas.




Templo de Abu-Simbel.  (Imperio Nuevo)
     Ramsés II fue un faraón egipcio que hoy en día es muy famoso pero, a diferencia de Tutankhamon, fue también muy importante en su época. Ramsés II fue el faraón de los records.
     En primer lugar fue el segundo más longevo de Egipto, ya que vivió más de 80 años en una época en la que no se solía vivir más de 50.
     En segundo lugar fue uno de los faraones que más territorios conquistaron. Por el norte llegó hasta Siria donde derrotó a los Hititas. Por el sur amplió las fronteras de Egipto hasta Sudán, que entonces se llamaba Nubia.
     Fue el faraón que más hijos tuvo, más de cien. Esto fue debido a la cantidad de años que vivió y a que los faraones de Egipto practicaban la poligamia (que es la costumbre que permite al varón casarse con todas las mujeres que pueda mantener económicamente).
    También fue el faraón que más edificios construyó. Uno de ellos fue el templo de Abu-Simbel, llamado así por estar edificado en un lugar que tiene ese nombre. Normalmente los templos se dedican a los dioses pero Ramsés II se dedicó este a si mismo. Por esta razón mando colocar cuatro estatuas de veinte metros de altura que lo representaban a él en la portada. Este templo es un hipogeo ya que sus pasillos y salas están excavadas en la montaña. 
     Aunque la Biblia no menciona explícitamente su nombre, se supone que es Ramsés II el faraón al que debe convencer Moisés para que libere al pueblo de Israel. Los israelitas había sido tomados como esclavos por los egipcios y deseaban regresar pero necesitaban un líder que convenciera al faraón de que los liberara y que los guiara en su regreso.








Vista aérea del Templo de Abus-Simbel. Al fodo se ve el Lago Nasser.





Obras de la reubicación del Templo de Abu-Simbel en 1968




Momia de Ramsés II. Museo del Cairo, Egipto.





Reconstrucción del rostro de Ramsés II.



Valle de los Reyes. Lugar donde se enterraron los faraones del Imperio Nuevo
 en tumbas excavadas en la roca.





















































EL FARO DE ALEJANDRÍA (Época Ptolemaica)
Un general griego llamado Alejandro Magno conquistó toda Grecia y el antiguo imperio persa, por lo que estas conquistas incluían Egipto.  Sin embargo murió muy joven y  sin tener herederos que pudieran sucederlo. Por esta razón sus ayudantes (que eran además sus amigos de la infancia) se pelearon por su herencia política y acabaron repartiéndose por las malas el imperio de Alejandro quedándose cada uno con un trozo del mismo. Uno de esos amigos de Alejandro, llamado Ptolomeo, se quedó con Egipto. Como ese era su nombre y sus descendientes lo sucedieron en el gobierno de la tierra de los faraones acabaron formando una dinastía que llevó el nombre de dinastía Ptolemaica.
Estos faraones de origen griego gobernaron Egipto durante  300 años pero nunca llegaron a mezclarse con el pueblo al que gobernaban, conservando en privado la lengua y las costumbres griegas pero respetando en público  las tradiciones egipcias. Unos 300 años después de Ptolomeo Julio César llegará a Egipto, en principio con idea de conquistarlo, pero en vez de esto se aliará con la faraona Cleopatra, la última descendiente de Ptolomeo. Sin embargo, tras la muerte de César y la de su amigo Marco Antonio, el que sería el primer emperador de Roma, Octavio Augusto, se apoderará definitivamente de Egipto convirtiéndolo en una provincia romana e iniciando su declive como civilización.

Aunque los gobernantes Ptolemaicos no se mezclaron con los egipcios sí se preocuparon por seguir embelleciendo Egipto. Por esa razón lo llenaron de monumentos especialmente en su nueva capital, Alejandría. Esta ciudad había sido fundada por el propio Alejandro Magno y allí levantaron un enorme faro. Medía más de 100 metros de altura y fue el primero de toda la antigüedad en tener luz. Por el día brillaban en él unos espejos y por la noche una gran hoguera. Estuvo en pie más de mil años, hasta que en la Edad Media un terremoto lo destruyó.











Plano de la antigua Alejandría



Jeroglíficos. Es el nombre que recibe la escritura que usaban los egipcios en inscripciones importantes.
Según las épocas hubo unos veinticinco signos que equivalían a un solo fonema.
 Pero también los había que equivalían a dos, e incluso a tres fonemas.
Otros, además de tener un valor fonético,
equivalían, por si mismos, a una palabra entera.






Piedra de Rosetta 



J. F. Champollion. (1790-1832)
CHAMPOLLION Y LA PIEDRA ROSETTA
Durante la Dinastía Ptolemaica el faraón Ptolomeo V publicó una ley con la lógica intención de que todos sus súbditos la cumpliesen. Pero como en esta época en Egipto se hablaban tres idiomas tuvo que publicar la ley en un documento trilingüe. Por aquel entonces en Egipto solo la gente culta utiliza ya los signos jeroglíficos, la mayoría del gente utilizaba un egipcio vulgar llamado demótico. Además, había una gran cantidad de personas que venían de Grecia, que por lo tanto hablaba griego, a vivir o a comerciar en Egipto, ya que los faraones ptolemaicos eran de sangre y cultura griega. Por lo que la ley tuvo que escribirse en estos tres idiomas.
Tras la invasión romana tanto el jeroglífico como el demótico empezaron a ser olvidados por los propios egipcios. El uso de estos idiomas se perdió por completo durante la Edad Media, ya que entonces los árabes invadieron Egipto y los egipcios adoptaron este idioma que es el que en la actualidad se habla allí. No ocurrió así con el griego, idioma que siempre ha utilizado la gente culta.
Más de mil años después, ya en la Edad Contemporánea, Napoleón invadió el País del Nilo y quedó fascinado por sus ruinas. Unas ruinas que evocaban una civilización lejana y casi olvidada y que permanecía muda, porque los jeroglíficos con los que estaban escritos los muros de sus templos, sus papiros, etc., eran indescifrables.
Sin embargo, una casualidad vino a ayudar a los que estaban empeñados en entender los jeroglíficos. Ya que unos soldados de Napoleón, que estaban excavando zanjas en la ciudad de Rosetta para reforzar los muros de un fortín, encontraron una piedra grabada con letras que parecían muy antiguas. Esa piedra resultó ser la ley que Ptolomeo V mandara escribir más de dos mil años antes. La parte en griego se tradujo rápidamente y en la última línea indicaba que el decreto debía de traducirse en las tres lenguas que en esa época se utilizaban en Egipto. Es decir, que los tres textos decían lo mismo. Por lo tanto, conociendo uno de los idiomas en los que estaba escrito, había posibilidades de descifrar los otros.
Sin embargo la tarea no fue fácil y muchos fracasaron en el intento, hasta que un joven y genial lingüista francés (que ya de niño dominaba varias lenguas muertas) llamado Jean François Champollion lo consiguió en 1822.


El jeroglífico es un complicado sistema de escritura que utilizaba más de 500 signos diferentes. Además algunos equivalen a un solo fonema, otros a dos, y otros a tres. Incluso los hay que por si solos son palabras enteras y todos ellos se pueden unir para formar palabras de significado complejo. 



Momia egipcia natural de época pre-tinita


Momia egipcia artificial del Imperio Nuevo













Momento de la extracción de las vísceras del difunto en el proceso de momificación.
La momificación, o embalsamamiento, consiste en tratar el cuerpo humano de un fallecido mediante una serie de técnicas de
 avanzada cirugía y de productos químicos para conseguir que no se descomponga tras la muerte.
El origen de esta costumbre quizás esté en el efecto del desierto en los cadáveres allí enterrados. Efectivamente, en época 
pre-dinástica todas las personas recibían sepultura directamente en la arena del desierto. Allí la seca y caliente arena secaba 
de forma natural los cuerpos antes de que estos llegaran a pudrirse. Los egipcios, por tanto, no estaban acostumbrados a la 
descomposición del cuerpo. Y eso fue precisamente lo que ocurrió cuando los primeros faraones fueron enterrados en 
elegantes sarcófagos. Por eso tuvieron que inventar un método artificial para que el cuerpo no se descompusiera, la 
momificación.
Ya sabemos que el objetivo último de este ritual era religioso, ya que los egipcios pensaban que si el cuerpo no se 
conservaba eternamente el alma del difunto no alcanzaría la Vida Eterna.
Para lograrlo había que seguir los siguientes pasos:
Se limpiaba el cuerpo con agua purificada
Se extraían las vísceras a través de un orificio practicado en la parte lateral del abdomen. El cerebro se extraía por los 
conductos nasales. Las vísceras se colocaban en unos recipientes llamados “Vasos Canopos”.
Se cubría el cuerpo durante cuarenta días con un producto salino llamado natrón para eliminar la humedad del cuerpo y evitar su putrefacción. 
Tras retirar el natrón se le aplicaba al cadáver una serie de bálsamos resinosos para dejarlo brillante y asegurar aún mejor su
 conservación. Inmediatamente después se comenzaba el proceso de vendaje.


Los dioses egipcios

La religión egipcia era  politeista, es decir, que creían en muchos dioses. Adoraban a dioses con forma humana (antropomorfos), pero también los había zoomorfos (con forma de animal).

Cada una de las ciudades o provincias tenía uno o varios dioses oficiales, pero con el tiempo, los más importantes se adoraron en todo Egipto. Tales dioses eran: Ra, el dios del sol con cabeza de halcón; Horus, también con cabeza de halcón pero dios de la guerra; Isis, diosa con forma humana de la maternidad; Hathor, la diosa vaca del amor y de la belleza, Amón, dios con forma humana de la oscuridad; Anubis, dios con cabeza de chacal y dios de los muertos, etc.
Además de los dioses oficiales (a los que se les daba culto en los templos), las personas adoraban en sus casas a una serie de divinidades familiares. Las más importantes de ellas eran: Bes (un genio que protegía contra los malos espíritus especialmente a las mujeres embarazadas y a los recién nacidos); y Tawaret, una diosa de la fertilidad. Eran también muy supersticiosos, protegiéndose con amuletos de la influencia de los malos espíritus. Otra de las creencias religiosas de los egipcios era la existencia de un feliz Más Allá después de la muerte a condición de que se hubiera llevado una vida justa y bondadosa. El encargado de verificar si esto había sido así era el dios Osiris que citaba al difunto a pasar la prueba en su tribunal.

 















Juicio de los muertos